DANITURN IN THE RIVER

Esta va a ser la carta que más me va a costar escribir de toda mi vida. Porque nunca pensé en ello, porque nunca me planteé que iba a llegar el día que algo así sucediera. Creo que jamás aceptaré que te hayas ido, simplemente tengo que aprender a vivir con ese dolor invisible, inexplicable y permanente el resto de mis días.

En el fondo quiero pensar que has cumplido uno de tus deseos, dejar de sufrir, pero creo que se te olvidó ir cumpliendo todos los que tenías pendientes antes de ese. Si ya lo decías tú eso que tanto odiábamos escuchar: Que tenías más pasado que futuro. Una vez más, te has salido con la tuya. Cabezón como el que más.

Descansas donde querías, allá donde disfrutaron de tu infancia otros que tuvieron la suerte de conocerte. A la sombra de un árbol, al lado de una fuente, donde más has disfrutado siempre. Ahora puedes volver a sentirte como un niño, sin preocupaciones de nada. Ya nos encargamos nosotros de luchar en tu nombre.

“Pórtate bien” fue una de las últimas cosas que pude decirte. Como sabes que siempre he hecho, tomaré ejemplo de mis palabras y empezaré a portarme así también yo. Me quedaron tantísimas cosas que demostrarte… Ahora tengo que creer en esos libros que tú tanto ignorabas y convencerme de que aunque no estés aquí, tú también puedes verlo, a tu manera. Sea como sea, pienso hacerlo. Por mí, por ti, por la mami, por mi hermano, por los pequeñajos… Un SARRI nunca se rinde. Lo tuyo no es más que una siesta algo más larga… así que descansa bien papi.

Prometo renovarme, prometo superarme, prometo ser fiel a mis valores, a mis deseos y esforzarme por conseguir todo aquello que me propuse y que sabías que acabaría logrando, aunque no cómo ni cuándo. Es lo de menos…

Creo que no me despedí de ti porque odio los puntos finales y esta vez con mucho más motivo. Te recuerdo cada día y te recordaré el resto de ellos cuando sonreías, cuando te enfadabas y sacabas ese orgullo puñetero al que ya nos habías acostumbrado y para nada nos molestaba. Te perdiste el mejor partido de la historia del fútbol pero no te preocupes, lo grabé por ti. Ya lo volveremos a ver.

Mi vida no será lo mismo, a lo mejor has querido enseñarme que debía coger otro rumbo.

Allá voy papi, a comerme el mundo que te lo puso tan difícil.

Te quiero mucho.