DANITURN IN THE RIVER

Cada día estoy más convencido de que el Póker es un juego mental en un 95%.
Sólo así se puede explicar que de los últimos 20 "All In" pre-flop que he jugado haya perdido 19. TODOS yendo por delante.
Ver las cartas de mi rival y saber cuál va a darle la mano ganadora no es cuestión de software, ni de mala suerte, ni de mala racha, ni de casualidad...
Cuando entras en una dinámica negativa en la que crees firmemente que vas a perder...acaba ocurriendo: PIERDES.
Hoy he decidido indagar sobre algunos datos que van más allá de lo puramente estadístico en cuanto a juego se refiere. (Póker y Apuestas deportivas)

Resulta que mis últimas 10 apuestas sobre eventos deportivos han tenido el mismo resultado: PERDIDAS
- En Octavos y Cuartos de final de la Champions aposté hasta 4 veces que en algún partido habría más de 13 córners. En ninguno los hubo. En la final decidí no apostar por ello. Creo que fueron unos 17 córners tirados.
- En el Barça-Chelsea de semis decidí hacer una apuesta combinada de resultados en la 1ªParte en la que única y exclusivamente era el 2 a 1 el que me hacía perder todas esas apuestas. Gol del Chelsea en el descuento para desbaratarla por completo.
- En la final entre Bayern y Chelsea aposté a que en la prórroga se marcaba un gol. Cuando Robben se disponía a tirar el penalty yo sólo pensaba que lo iba a fallar. Y falló.
- En el Masters 1000 de Roma (Tenis) Tsonga apalizaba 4 juegos a 1 a Ferrer en el 1º set, al que aposté que Tsonga lo ganaba. No lo hizo.

Muchos dirían "Qué mala suerte !" pero yo no. Yo me pregunto "¿Por qué?"Y saco conclusiones, para mí, interesantes.

Me miro a mi mismo y pienso en qué estado anímico me encuentro en cuánto al juego se refiere en este momento. Y lo comparo al estado anímico en el que me encontraba cuando Danitu hacía 6 mesas finales de cada 10, llegaba a premios en 7 de cada 10 torneos, ganaba freerolls de 2000 personas, ganaba satélites para irse a Las Vegas, ganaba Sit&Go's sin parar durante 2 ó 3 semanas...
El contexto era completamente diferente hace 2 años que ahora mismo. Lo recuerdo perfectamente y eso me ayuda a localizar el problema.
Está en mi cabeza.

A veces me ha sucedido que he parado de jugar unos días, he descansado, he desconectado y me he centrado y focalizado en jugar simplemente Sit & Go's. El resultado es que hago ITM en el 85% durante una semana o dos. Y ocurre que esa dinámica me lleva sin pensarlo a otra.
De jugar Sit's paso a jugar un día otro torneíto...al día siguiente un poco de cash...otro día otro tipo de Sit's de más jugadores o más Turbo... y empiezo a dejar de focalizar.
Ocurre que pierdes un torneíto, unas cuantas manos de cash, varios Sit's por supuesta "mala suerte"...
Así que en un intento de reconducir el camino ganador vuelvo a los Sit's en los que me siento ganador pero..."voilà".... Un river curioso, un flop engañoso, un visionario del futuro... sigues perdiendo... Y no entiendes porqué hace 2 semanas sí te salían y ahora no.
Lo más fácil es echarle la culpa al software (sí, he pecado, yo también lo he hecho y con ganas, hay que soltar la rabia por algún sitio).

Pero ya no, cuando uno estudia más allá de las estadísticas se da cuenta de que su cabeza marca el camino. Cuando estás convencido de que algo va a salir mal, saldrá mal. Cuando sabes que la Jota va a salir, sale, cuando sabes que necesita 2 corazones y sientes con rabia que saldrán, salen.

No estoy diciendo que mi cabeza hizo que Valdés saliera 2 metros más lejos de lo que debió salir.
Estoy diciendo que las emociones intensas, tanto positivas como negativas, se únen intrínsecamente en aquello que acaba ocurriendo en un altísimo porcentaje de las ocasiones.

No creo en el destino escrito hasta los últimos días del universo. Creo que somos parte importante e imprescindible en todos los hechos que nos ocurren.
Ni conseguir un billete a Las Vegas fue cuestión de buena suerte, ni perder durante 1 mes entero todo lo que juego lo es de mala suerte. Hay algo más que influye en todo eso, y no de forma mágica.

Tomemos conciencia de que nuestro estado de ánimo y nuestras emociones influyen en nuestras decisiones sin necesidad de reparar en ello. A los hechos me remito.

Ahora solo es cuestión de averiguar cómo se cambia de un ciclo negativo a uno positivo.
Cuando lo consiga, y solamente entonces, volveré a poner un € sobre el tapete.